Peique asiste a ferias vinícolas internacionales

Bodegas Peique en las principales ferias vinícolas | Bodegas Peique

Acabamos de regresar de una de las ferias vinícolas más importantes del mundo: Prowein. Dicho evento vitivinícola se celebra cada año, coincidiendo con el inicio de la primavera, en Düsseldorf. La ciudad alemana que se impregna de sabores a vinos procedentes de los rincones más perdidos del planeta, estilos de elaboración y cultivos de la vid, uvas extrañas o innombrables que nos generan inquietud por conocer y saber más sobre este sector del que cada vez sabemos menos o aprendemos más.

Presentación del Peique Godello en ferias vinícolas internacionales

¿Y qué hacemos en estos encuentros donde el vino es protagonista? Nos dejamos llevar por la corriente global, sin perder nuestra diferenciación. Pronunciamos la marca Bierzo cuando nos ponemos al frente de un mostrador que identifica el stand que lleva nuestro nombre. En este caso nuestro apellido, Peique. Sí, siempre lo decimos, un vino que lleva tu apellido tienes que cuidarlo mucho, del que más orgulloso tienes que sentirte.

Y así nos sentimos nosotros cuando hablamos con nuestros clientes en las ferias vinícolas, los compradores de los vinos de la familia, de ese pedazo que es Bierzo. Nos enorgullece hablar de la Mencía, de los viñedos de más de 70 años que tenemos plantados en Valtuille, nuestro pueblo. Y aunque la variedad Godello llegó más tarde a tomar el nombre de alguna de las parcelas que cultivamos, es ahora cuando el mercado internacional le ha puesto un rostro, una identidad.

Uva Godello | Bodegas Peique

De este modo, los vinos del Bierzo están coloreados de blanco y tinto. No nos olvidemos de los rosados, que son tendencia en muchos países, no solo por la peculiar vinificación sino por el juego que aportan para jugar, aprender, soñar con el vino de un modo más jovial y divertido. ¡Abramos nuestra mente!

Ferias vinícolas y exportaciones internacionales

En nuestra opinión, es necesario variar la visión de un proyecto cada 2 o 3 años, adaptándose a los potenciales clientes. A día de hoy, tomamos las decisiones con más calma que hace diez años.  Eso no implica que cada vez que la bodega presenta un vino a los consumidores no sea un nuevo examen. Porque el vino es un elemento vivo, en constante evolución, y el manejo del viñedo, el clima y la elaboración del vino hacen que cada añada sea distinta.

Tenemos siete referencias de vino que expresan el terroir de nuestros viñedos y la filosofía que se ha tejido durante las tres últimas generaciones de nuestra familia en Valtuille de Abajo.

Hemos querido elaborar vinos con carácter y diferenciación, personalizados y auténticos. Porque detrás de cada vino existe una persona y todos nuestros vinos conforman una familia.

Actualmente, exportamos nuestros vinos Peique a más de 15 países, destacando nuestra presencia en Japón, Estados Unidos, Brasil y China.

Desde 1999, hemos evolucionado: nuestra familia ha crecido y la cuarta generación de Peique ya forma parte de una tradición, de un concepto sostenible repleto de ilusiones.

Nos hemos trazado objetivos muy ambiciosos aunque aparentemente sencillos en el futuro: mantener la calidad y filosofía de siempre y poder ampliar poco a poco la bodega. Con calma y buen hacer sólo pretendemos cuidar la tierra y nuestros vinos y que el resultado siga siendo el deseado. Una búsqueda constante de satisfacción y capacidad para transmitir la misma alegría que nuestros padres y abuelos nos generaron cuando éramos unos niños.

Y lo más importante es no estar de espaldas al consumidor, sino de frente. Eso implica conocer de cerca lo que requiere cada cliente. Escuchar y compartir historias que creen emociones.

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